17 de octubre pero de 1833 nacía en Pirayú el General José Eduvigis Díaz

octubre 17, 2019

El 5 de setiembre de 1852 José Eduvigis Díaz iniciaba su carrera militar.

DÍAZ, INMORTAL.

Oriundo del pueblo de Pirayú, había nacido el 17 de octubre del año 1833. Fueron sus padres don Juan Andrés Díaz Barboza y doña Dolores Vera.

El futuro vencedor de Curupayty hizo sus estudios primarios en su pueblo natal, con el maestro Miguel de Avezada y O’Higgins, primo del prócer chileno, allí establecido, y comenzó su carrera militar sentando plaza en el batallón de milicianos de Infantería que en Asunción mandaba el coronel Venancio López.

Lucía ya las jinetas de sargento cuando su jefe inmediato Hilario Marcó lo llevó consigo al Batallón Policiano, con el que se estructuraba la reorganización de la Policía.

En esa fuerza ganó Díaz sus primeros ascensos de oficial. El 23 de diciembre de 1860, a subteniente; el 1° de diciembre de 1862, a primer teniente; el 23 de mayo de 1864, a capitán. El mismo mes de este ascenso reemplazó a Marcó, retirado por enfermedad, en el comando de la unidad y en la jefatura de la Policía.

Su eficiencia, honradez y lealtad le ganaron la confianza de la familia López. Su hermana Isidoro vivía con Madame Lynch, como ama de llaves y persona de entera devoción; y José Díaz, siendo apenas subteniente, había acompañado ya a Francisco Solano López, entonces brigadier, en la comisión a Buenos Aires, Rosario y Paraná para la mediación entre los gobiernos de la Confederación y Buenos Aires, que culminó con el pacto de San José de Flores.

Cuando se iniciaron las hostilidades, le fue confiada a José Díaz la formación del batallón 40, la célebre unidad integrada con los jóvenes de las primeras familias asuncenas, que se cubriría de gloria en varios combates hasta quedar exterminada con su jefe el mayor José Duarte, en la batalla de Avay.

Su carrera militar fue, desde el comienzo, excepcional. Fuerte, sereno, de valor impávido rayano en la temeridad, alentaba en él innata condición de táctico. Después de su bautismo de fuego en la acción de Romero Guazú, el 25 de julio de 1865, se señaló ya en las sucesivas batallas de Corrales, 2 de Mayo, Tuyutí, Yataity-Corá, Boquerón y Sauce, en todas las cuales le tocó acción principalísima como un presagio claro y patente de la gloria que el destino reservaba a su mérito en Curupayty.

FUENTE: CIEN VIDAS PARAGUAYAS Por CARLOS ZUBIZARRETA. Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Paraguay.

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