Combate Laguna Sirena o Fluvial

abril 17, 2019

 

A las 8 de la mañana una fuerza de 800 paraguayos ataca el contorno de la Laguna Sirena, a las dos divisiones brasileñas que al mando del general Osorio desembarcaran en la víspera en las inmediaciones de dicha laguna. El combate resulto reñido y con muchas pérdidas para ambos contendores. Una fuente brasileña asevera que Osorio tuvo ese día 337 bajas, entre muertos y heridos, siendo 500 las de los paraguayos.

 

 

En la noche del 16 al 17, en vista de que el desembarco del ejército aliado no se efectuaba en la zona de Itapirú, donde la esperaba, sino en la costa del río Paraguay, arriba de Confluencia, formó un destacamento de tropas escogidas que, bajo el mando del sargento mayor Basilio Benítez, despachó para contener el avance enemigo en el lugar llamado Fluvial, estrecho desfiladero en el único camino que unía el sitio de la invasión y el  fuerte de Itapirú, cerca de la confluencia.

A las 8 y 30 de la mañana chocaron las dos fuerzas, iniciándose el combate con una carga del capitán Viveros. Luego el regimiento 29 se plegó al ataque y el teniente Montiel luchó cuerpo a cuerpo con el capitán Pereira Carvalho, a quien mató pero cuando le arrancaba la espada fue también herido mortalmente. La escuadra, entre tanto, barria el estrecho camino produciendo gran mortandad en ambas filas. Brasileños y paraguayos luchaban encarnizadamente. La suerte de la batalla parecía inclinarse hacia los segundos, cuando el mariscal Osorio, despachó una fuerza al mando del coronel Machado que bordeando el Paraná, fue a salir en la retaguardia de las tropas paraguayas. El batallón 7 y el regimiento 20 quedaron rodeados y pelearon reciamente hasta quedar casi totalmente aniquilados, pereciendo el teniente Cardozo. El sargento mayor Benitez, para evitar la completa destrucción de los contingentes, ordenó la retirada, dejando en el terreno cerca de 400 muertos y 100 heridos de gravedad, que cayeron prisioneros. También perdió dos cañones y una bandera. Las pérdidas brasileñas fueron también considerables: 2  capitanes y 60 plazas muertos, 15 oficiales y 275 soldados heridos. El camino a Itapitú quedó despejado, pero el mariscal Osorio ordenó que el ejército invasor, grandemente descalabrado en la acción, se detuviera y fortificara en el lugar, para reorganizarse y a la espera de las fuerzas de los generales Flores y Paunero que estaban desembarcando y que esa misma noche se le incorporaron.

El teniente coronel José Díaz con los batallones 20, 37, 39 y 40, el regimiento 21 y los restos del batallón 7 y del regimiento 20, formó una línea de protección para la evacuación de la fuerzas de Itapirú y de las que habían actuado en el combate de Fluvial. Todas las piezas de artillería fueron retiradas, excepto las dos rayadas 68 (una inutilizada), que por su gran peso debieron ser enterradas en la arena.

Fuente: Recopilación Combates de la Guerra de la Triple Alianza del Gral (R) Hugo Mendoza

 

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