Llegó a Asunción, la noticia de la muerte del Mariscal.

marzo 5, 2019

Al amanecer del día sábado 5 de marzo de 1870 fondeó en el puerto de Asunción el transporte brasilero Davinson, conduciendo el parte de la muerte del Mariscal, ocurrido 4 días antes. Como era de esperarse en una ciudad copada por fuerzas aliadas y en mayoría paraguayos de la legión, todo fue fiesta:

“estruendos de petardos, ecos de bandas de músicos, los buques de la escuadra aliada rompieron en salvas todo el día. Los presos fueron puestos en libertad, las campanas de la iglesia se echaron a vuelo (…)”

El gobierno provisorio lanzaba al otro día una proclama, que en parte se transcribe a continuación:

“Conciudadanos:

Los pueblos forman sus tiranos por su negligencia y falta de civismo. Pero esta renuncia criminal de los derechos y dignidad humana es siempre castigada con el martirio, y como el martirio a la vez que satisface la vindicta divina, purifica y regenera, lejos de abatirnos y empequeñecernos; levantemos bien alta nuestra frente, miremos el porvenir con enérgica tranquilidad, y fundemos una nación para nosotros y para todos los hombres del globo que quieran habitarla.

El libre ejercicio de nuestros derechos políticos que los aliados, generosos y grandes nos garanten, nos elevará en breve tiempo, a la altura de los demás pueblos civilizados del mundo. El trabajo nos dará bien pronto riquezas fáciles de obtener en nuestra tierra favorecida cual ninguna por el Creador.

A la vez que la implantación de instituciones libres, la protección al comercio, a todo género de industrias. La fraternidad con todos los hombres honrados que elijan nuestro país para su labor o residencia, el fomento a la inmigración y la más severa represión también de todos los delitos. Ofreciendo garantías y franquicias vastísimas, nos permitirá ponernos en breve al nivel de los demás pueblos civilizados de América.

(…) Entre tanto, permitidme que en vuestro nombre, tribute los más ardientes votos de gratitud a las naciones aliadas que tanto han cooperado para colocarnos en el caso de aspirar a tan grandes propósitos.

¡Viva la República del Paraguay!
CARLOS LOIZAGA

Asunción, Marzo 6 de 1870

FOTOS: El triunvirato de 1869-1870.

Compartir en las redes