Yuquyry, El combate del Tren.

marzo 10, 2019

Anteriormente los conflictos se desarrollaban con mucho espacio de tiempo entre un combate y otro. La aparición de máquinas de transporte como buques a vapor, locomotoras, acompañadas de medios de comunicación como el telégrafo y los correos, que utilizaban los transportes anteriormente citados, hicieron que los conflictos sean más dinámicos, y quien disponga de ésos medios tendría una decisiva ventaja en los combates.

A diferencia de los buques a vapor, que obtienen una mayor libertad de movimiento y velocidad que los buques a vela, el ferrocarril solo podría ser utilizado sobre rieles limitándose su maniobrabilidad. Es por eso que solamente había sido usado como medio logístico y no como máquina de combate, aunque en la Guerra Mexicano -Estadounidense y otras, habían sido testigos de algunos, pero siempre de forma involuntaria y a la defensiva; intentando repeler algún asalto.

Durante la Guerra Civil Norteamericana ambos bandos crearon vagones artillados y hasta acorazados, emulando a los buques acorazados “Monitor” y “Merrimack”, nombres con los que fueron bautizados aquellos vagones.

En Paraguay sería la primera vez en que se utilizaría un tren como vehículo de asalto en Sudamérica y en una guerra internacional. Tras la derrota del ejército paraguayo en la campaña de Pikysyry y la evacuación de Asunción, la población y defensa se habían trasladado a la Cordillera, en la zona de Pirayú, llevándose todas las locomotoras, excepto una que estaba averiada. Posteriormente, habían destruido el puente sobre el arroyo Yuquyry.

Los aliados habían utilizado el río Paraguay como vía de desplazamiento y suministros; ahora el Mariscal López los desafiaría a entrar al interior del país, lejos del río. Cuando el mando aliado decidió avanzar hacia la posición de López, eligió la vía del ferrocarril como la columna vertebral de su logística. Para tal efecto trajeron una locomotora de Buenos Aires, que se encargó del servicio de aprovisionamiento.

El Mariscal Guillerme de Souza, que había asumido el mando dejado por Caxias, envió varias patrullas de reconocimiento que volvieron sin encontrarse con las fuerzas paraguayas pero con la novedad de que el trayecto estaba interrumpido a la altura del Yuquyry. Así, Guillerme dispuso un ingeniero militar y un batallón de ingeniería para reconstruir el puente, siendo protegidos por una Brigada de Caballería y un Batallón de Infantería.

Enterado de esto, el Mariscal López dispuso dar un golpe a los aliados. Ordenó que se prepare un tren con seis vagones, en uno de ellos “chato”, que iba por delante de la locomotora, se montó un cañón de pequeño calibre y además, una fuerza de 200 rifleros acompañados por un piquete de caballería.

El periódico “Estrella” relata que el comandante paraguayo era Silvestre Aveiro, además de la fuerza encargada de llevar a cabo el ataque. La locomotora llevaba un lúcido cortejo: Madame Elisa Alicia Lynch, el Ministro de los E.E.U.U. Martin Mc Mahon, el General Bernardino Caballero, además de muchos otros jefes y oficiales que, aprovechando el tren, iban a pasear a Patiño Cué.

El tren salió a las 10 de la mañana del día 10 de marzo de 1869 y tras detenerse brevemente a dejar al grupo del paseo, se dirigió a su objetivo. Tras dos meses de pausa en las hostilidades, la campaña de las Cordilleras comenzaría con un insólito combate.

Al acercarse el mediodía y cuando los brasileños se aprestaban a almorzar, fueron sorprendidos por una guerrilla paraguaya, reforzados por el cañón y los fusileros embarcados en el tren. La confusión fue tal, que los enemigos tuvieron 40 bajas.

Tras alzar a los tiradores de la guerrilla, el tren combatiente se retiró y volvió a parar en Patiño para que Madame Lynch y su alegre comitiva suban para reanudar el retorno a Pirayú con algunos pasajeros satisfechos por cumplir con el deber y otros por haber disfrutado de un feliz paseo.

Por el otro lado; los aliados confiados en la disminución de las fuerzas paraguayas después de los combates de Itá Yvate no veían factible un ataque paraguayo, la alarma corrió como un reguero de pólvora en Luque y Asunción, inclusive se habló de un contraataque con el grueso de las tropas paraguayas cavándose trincheras. De ahí en más Guillerme de Souza destacó una fuerza de 5.000 hombres en Yuquyry.

Los paraguayos declararon el saldo de un muerto y tres o cuatros heridos, el parte brasileño habla de 3 o 4 muertos en el lado paraguayo, Burton afirma que los brasileños sufrieron 40 bajas. La acción del 10 de marzo de 1869 en Yuquyry pasa a engrosar la lista de los exóticos combates ocurridos en la Guerra del Paraguay contra la Triple Alianza, junto al de Sâo Borja, los lanchones de Itapirú, el abordaje de los acorazados, Isla Poí y otros.

FUENTE: “La Guerra de Guerrillas y las últimas victorias paraguayas” de Carlos Von Horoch Benítez

IMAGEN: COMBATE DE YUQUYRY. Autor: Carlos Von Horoch Benítez.

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